Descubre Sevilla

La llegada del frío en Sevilla solo puede significar una cosa: el comienzo de la Navidad. En diciembre, la ciudad se prepara para dar la bienvenida a la época más especial del año, el momento perfecto para visitar los mercados navideños de Nervión, la Alameda de Hércules y la Plaza Nueva. Además, en estos mercadillos se venden piezas artesanales, por lo que la originalidad y la exclusividad quedan aseguradas.

Recorrer la famosa Feria del Belén en la Avenida de la Constitución es otra de las costumbres sevillanas más repetidas durante estas fechas. Salir a disfrutar del alumbrado y la decoración navideña o de la clásica Cabalgata de Reyes es también todo un privilegio exclusivo de esta ciudad. Por último, esta temporada culmina con la festividad del día de Andalucía, una celebración por todo lo alto dónde en la ciudad predominan las visitas guiadas al centro histórico, que durante estos días se viste de blanco y verde como reflejo y homenaje a la bandera de la comunidad.

Con motivo de la Semana Santa, la celebración más grande y multitudinaria por excelencia en la capital, arranca la temporada de fiestas. Esta festividad es la más esperada del año, una demostración de religiosidad protagonizada por las procesiones de cofradías y hermandades para rendir culto a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo; es una semana llena de Fe y con un clima indescriptible, en la que los sentimientos están a flor de piel.

Así mismo, la estación de las flores trae consigo la resonada Feria de Abril que se celebra año tras año en el Barrio de Los Remedios. Para estos días en los que el canto y el baile son protagonistas y el flamenco la banda sonora, Sevilla se tiñe de lunares rojos y blancos y el traje de flamenca se convierte en el vestido de gala. Sin duda, no te puedes ir sin pasar por debajo de la Portada; la puerta principal que da acceso al recinto ferial; ni sin asistir al Alumbrao; el encendido de luces; algunas de las costumbres estelares de la feria. Dentro de este perímetro, se encuentran las casetas, que pueden pertenecer a distritos, entidades o son de régimen público y son cuidadosamente decoradas con cuadros, flores de papel, telas de encajes y bombillas de colores. El alboroto en estos puestos es símbolo de diversión, alegría y momentos especiales; sin duda alguna algo que vivir al menos una vez en la vida.

Ante las altas temperaturas y el ardiente sol, las terrazas se convierten en el escenario perfecto para disfrutar de una de las mejores gastronomías del país. El gazpacho, el pescaíto frito, el cazón en adobo y los huevos a la flamenca son algunos de los platos más típicos de la capital que no pueden faltar en tu mesa. De la misma manera que los pestiños, uno de los postres más castizos y peculiares.

Además, hacia el mes de junio se festeja la Romería del Rocío, un homenaje a la Virgen del Rocío en forma de peregrinación de carretas, coloridos vestidos, polvareda y paseo en caballos por la aldea.

Sin duda, el encanto de Sevilla se debe en parte a la hospitalidad sevillana, pero también es gracias a las preciosas localizaciones de las que dispone. Las visitas por los barrios de Triana, Santa Cruz, la Alameda y el parque de María Luisa son rutas imprescindibles para aprovechar y disfrutar de sus mágicos y representativos paisajes. Además, el otoño es una estación ideal para un paseo en bicicleta junto al río Guadalquivir.